La muñeca Gisela es una muñeca distinta a las demás…

La muñeca Gisela es una muñeca distinta a las demás…

Como os comentamos en el post de Mariquita Pérez, Mariquita era la muñeca más popular de los años 50 y 60, tenía su propia tienda en la Castellana madrileña y  sus escaparates llamaban la atención por lo elaborado y lo llamativos que eran.

 

En esa época, Mariquita no era la única muñeca, ya hemos comentado que su precio era un poco elevado para que todas las niñas pudieran tener la suya, así que salieron al mercado más muñecas entre las que estaban Mari Pepa Mendoza O Anita Diminuta, pero no consiguieron desbancar la popularidad de Mariquita hasta que llegó en 1944 Gisela, que competía con ella tanto en precio como en popularidad.
 

Era de cartón piedra, con cejas muy marcadas, ojos durmientes de cristal y peluca de mohair, con un peinado a la moda de los años 40, pelo rizado y un bucle en el flequillo.Su cara es muy peculiar, se distingue fácilmente por sus arruguitas en los ojos.

Prácticamente no sufrió cambios  desde 1944, los ojos pasaron a ser acrílicos en los años 50 y como excepción unas pocas se hicieron con el cuerpo más estilizado.

 

Creada por Carmen Cervera Giralt, una joven exquisita  y elegante que a sus 22 añitos y  proveniente de la localidad gerundense de Puerto de la Selva viajó a Madrid   para acompañar a su hermana en la capital.
Una vez allí y analizando el gusto y el físico de las niñas, decidió hacer la muñeca. Quería una muñeca muy guapa sonriente y rellenita, coincidiendo con el ideal estético de  las niñas de la época.

El nombre de esta muñeca no tiene nada que ver con los nombres castizos de su coetáneas. Su nombre surgió del encuentro de Carmen con una niña alemana que esquiaba en la estación de Navacerrada llamada así. Era este nombre mucho más llamativo e internacional que el de las demás muñecas.

Para que la muñeca tuviera una repercusión grande, su creadora tuvo una gran visión de «marketing», no dudó en acudir al empresario de la época, Pepín Fernández, dueño y fundador de los grandes almacenes «Galerías Preciados», para que su muñeca luciera en exclusiva en los escaparates de estas tiendas.

Poseía un ajuar muy amplio, con todo tipo de complementos, y en los años siguientes vieron la luz sus hermanos Guni en el año 1951 y un año después su hermanita Lili, mucho más estilizada que Gisela. Todos ellos desaparecieron en 1961 con la llegada del plástico. En próximos post os enseñaremos más cositas de la linda muñeca Gisela … ¿Qué os parece su historia?

 

6 Comentarios

  • Antonio Saz
    23 septiembre, 2013 12:47 pm

    Bonito espacio, me hago seguidor. Puedes encontrarme en EL MILLONCETE http://www.antoniosaz.blogspot.com, un saludo

  • LaMemoriaRevivida
    23 septiembre, 2013 1:40 pm

    Gracias Antonio!! nosotras también te seguimos, muy chulo tu blog!!! un besillo

  • carmen
    27 octubre, 2013 10:07 am

    hola muy chulo pero la foto con una niña con gisela esa cara no coresponde a esa foto me puedes decir donde la as conseguido por lo demas precioso felicidades

  • LaMemoriaRevivida
    27 octubre, 2013 11:11 am

    Hola Carmen! efectivamente es un montaje como bien pone al final de video "montaje hecho para lamemoriarevivida.com" la foto la encontramos en internet y la cara es la mía…Es mi pequeño homenaje a la muñeca, yo nací en los 80.Gracias!

  • J.P. -Akela
    30 julio, 2014 11:07 am

    Acabo de poder escuchar este documento sonoro de la muñeca Gisela y como todos los anuncio de la época, tan rítmicos y cantados, me encantan. Siempre los identifico de alguna forma con la canción del colacao que podía escuchar de niño en la radio y en la tele. je, mi buen amigo Antonio Sanz, es que no se le escapa una! 🙂

  • José Luis Garcia Roldan
    29 enero, 2019 9:55 pm

    Con cinco o seis años tenía una hermana dos mayor que yo, debido a una eenfermedad, llevaba años postrada en cama, en casa se escuchaba Radio Madrid, había un programa, que no recuerdo si es que tenía que ver con la muñeca Gisela, lo cierto es que ante las dificultades económicas que reinaban en casa, mis padres no se podían permitir comprar la muñeca, mi madre escribió a la emisora contando los problemas de la familia y la situación de mi hermana, y sorpresa, unos días después se presentó en casa una delegación de la emisora y le regalaron la muñeca. No recuerdo ver a mi hermana en otra ocasión con la alegría de aquel día.

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